Cómo controlar el Varroa: 5 métodos que todo apicultor debe conocer

El ácaro Varroa es hoy uno de los principales enemigos de las abejas. Este parásito, prácticamente invisible a simple vista, representa una amenaza global para la apicultura, reduciendo drásticamente la salud de las colmenas y poniendo en jaque no solo la producción de miel, sino también la polinización de los cultivos que sustenta la biodiversidad y la seguridad alimentaria.

Como apicultor, te das cuenta de que basta una observación rápida para saber que algo va mal: abejas que no levantan vuelo, crías deformes, y ese pequeño punto oscuro en el abdomen de una obrera… ahí está: Varroa destructor.

A partir de la observación de abejas debilitadas, alta mortalidad dentro del nido y detección directa de los ácaros sobre los cuerpos de las abejas adultas, es cuando sabes que hay que actuar de inmediato. ¿Cómo saber si mi colmena tiene Varroa? es una pregunta clave que todo apicultor debe aprender a responder. Aquí exploraremos los cinco métodos más efectivos para combatir esta plaga y mantener tus colmenas sanas y productivas.

Varroa destructor. Varroa: control y prevención para tener colmenas saludables.

¿Qué provoca la Varroa?

La Varroa provoca una serie de daños severos tanto a nivel individual como colectivo dentro de una colmena. Este parásito se alimenta de la hemolinfa de las abejas —el equivalente a la sangre en los insectos— debilitándolas desde el nacimiento. Pero eso no es lo peor.

El verdadero problema está en los virus que el ácaro transmite: el virus de las alas deformes, el virus paralizante agudo israelí y otros patógenos que hacen estragos en las defensas del enjambre. Una abeja parasitada tiene menor capacidad para volar, polinizar o sobrevivir. Además, las larvas infectadas desarrollan menos peso y estructura, debilitando la generación futura de obreras.

Cuando la infestación es alta, la colmena puede entrar en colapso total en cuestión de semanas. En muchos casos, los apicultores ven desaparecer a su enjambre completo a finales del verano, sin entender bien por qué. Y la respuesta suele estar bajo sus narices: el Varroa actuando silenciosamente durante toda la temporada.

 

Abeja con Varroa destructor. Varroa control y prevención.
Parásitos de abejas: Varroa destructor posado sobre una abeja

¿Dónde se encuentra la Varroa?

Este ácaro no es exclusivo de ninguna región: se encuentra prácticamente en todos los continentes, con excepción de Australia. Se propaga fácilmente a través del intercambio de colmenas, la apicultura migratoria y la deriva natural de las abejas.

Las zonas templadas y húmedas ofrecen condiciones óptimas para su reproducción, pero también puede sobrevivir en climas secos o fríos, gracias a su capacidad para esconderse en las celdas de cría operculadas. Ahí, en la oscuridad, se reproduce sin interrupción mientras se alimenta de las crías.

En mi experiencia, es común subestimar la capacidad de infestación de este parásito. En un mismo apiario, puedes tener colmenas con diferentes niveles de infestación, pero si no haces controles regulares, la Varroa salta de una a otra sin darte cuenta.


¿Cómo saber si mi colmena tiene Varroa?

Detectar la presencia de Varroa a tiempo es fundamental. Aquí te presento los métodos más eficaces para su monitoreo:

  • Frascos para recolección de ácaros:  recipientes transparentes que permiten un conteo preciso y un muestreo confiable.
  • Inspección visual: Aunque poco efectiva, puedes observar ácaros directamente sobre las abejas adultas o en crías operculadas. Fíjate en el tórax o abdomen.
  • Muestreo con azúcar glass: Consiste en espolvorear abejas dentro de un frasco con azúcar glass y agitarlas. Los ácaros se desprenden y pueden contarse sobre una superficie blanca.
  • Muestreo con alcohol: Más agresivo pero preciso. Se sacrifica una muestra de abejas, se mezcla con alcohol y se agita para soltar los ácaros que luego se filtran y cuentan.
  • Revisión de la tabla sanitaria: Colocar una lámina blanca y pegajosa bajo la colmena permite ver los ácaros caídos de manera natural o inducida tras tratamientos.
Frascos para recolección de ácaros
Varroa: Frascos para recolección de ácaros

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Una regla de oro es monitorear al menos una vez por mes en temporada alta. La clave está en detectar niveles de infestación antes de que la población de abejas baje demasiado. Cuando notas abejas debilitadas o alas deformes, ya es tarde. Necesitas actuar antes.


¿Cómo combatir la Varroa en las abejas?

Aquí vienen los métodos directos para controlarla:

a) Tratamientos químicos (aprobados)

  • Ácido oxálico: Muy eficaz en invierno, cuando no hay cría operculada.
  • Ácido fórmico: Capaz de penetrar las celdas de cría y actuar sobre los ácaros reproductivos.
  • Tiras de amitraz o flumetrina: Fáciles de aplicar, pero con riesgo de generar resistencia a largo plazo.

Usa productos registrados y seguros, y sigue al pie de la letra las instrucciones para no dañar a tus abejas ni contaminar la miel.

b) Tratamiento térmico

Una técnica interesante es calentar la colmena a una temperatura de 42 °C durante un tiempo controlado. La Varroa no resiste ese calor, pero las abejas sí. Es un método natural y sin residuos, aunque requiere equipos especializados.

c) Manejo de la cría

Eliminar los panales con cría de zángano —preferidos por la Varroa para reproducirse— es una forma sencilla de frenar su expansión. Algunos apicultores también practican la ruptura de cría temporal, encerrando a la reina por unos días, interrumpiendo así el ciclo del ácaro.


Métodos naturales y sostenibles para frenar la Varroa

La lucha contra el Varroa no tiene que ser necesariamente química. Aquí algunos métodos naturales que dan buenos resultados:

  • Ácidos orgánicos (láctico, acético): Aplicaciones en forma de vaporizaciones o atomizaciones. Son menos agresivos pero requieren repetición.
  • Aceites esenciales: Como el timol, eucalipto o mentol. Se usan en pastillas o difusores dentro de la colmena. No todos los productos comerciales funcionan igual.
  • Cría de abejas resistentes: Hay líneas genéticas como la VSH (Varroa Sensitive Hygiene) que detectan y remueven las crías infectadas.
  • Uso de trampas físicas: como mallas sanitarias o bases desmontables para atrapar ácaros caídos.

Es importante combinar varios de estos métodos y no depender solo de uno, para evitar que la Varroa desarrolle resistencia. En mi caso, he logrado mantener niveles bajos alternando tratamientos con oxálico, manejando bien la cría y usando aceites esenciales en ciertas épocas.


Estrategias preventivas y manejo integrado

El mejor tratamiento es la prevención. Aquí algunas buenas prácticas:

  • Monitoreo frecuente y registros detallados.
  • Rotación de tratamientos, evitando repetir la misma sustancia temporada tras temporada.
  • Control sanitario estricto al mover colmenas o recibir enjambres nuevos.
  • Revisión y cambio de reinas cada 1 o 2 años, favoreciendo líneas resistentes.
  • Educación continua, ya que el conocimiento es tu mejor arma.

El enfoque más exitoso es el de manejo integrado del Varroa (IPM por sus siglas en inglés). Combina métodos químicos, naturales y de manejo apícola para mantener el ácaro bajo control sin comprometer la salud de las abejas ni la calidad del producto.


Conclusión: 5 métodos clave para proteger tus colmenas del Varroa

Controlar la Varroa requiere compromiso, constancia y conocimiento. Estos cinco métodos —tratamientos químicos, técnicas térmicas, manejo de cría, alternativas naturales y prevención integral— son fundamentales para mantener una apicultura sostenible.

Recuerda: la Varroa no se elimina, solo se controla. Tu capacidad como apicultor para detectar, actuar y prevenir es la verdadera clave del éxito. Y si algo he aprendido en el camino, es que no hay un único método mágico: hay que adaptarse, observar y combinar estrategias según la temporada, la región y las condiciones de tus abejas.